Este fragmento pertenece a la obra “La Celestina”, escrita por Fernando de Rojas, un judío converso, es decir obligado a convertirse al cristianismo y de un autor desconocido el cual escribió el primer acto. Esta obra fue publicada en 1499 con el nombre de “Comedia de Calisto y Melibea tras sucesivos cambios acerca del título y ligeras ampliaciones se publicó durante los siglos XVI y XVII con el nombre actual, “La Celestina”. Esta obra pertenece al género de la tragicomedia, ya que combina elementos de la Tragedia y Comedia clásicas. En cuanto a su subgénero la podemos clasificar en dos; el teatro, ya que no hay narrador y la obra se desarrolla a través de los parlamentos de los personajes y las acotaciones, pero esta opción está descartada casi en su totalidad, ya que esta obra posee impedimentos para ser representada como son, la escenografía, la duración, etc. La opinión más extendida acerca del subgénero de esta obra es la de novela dialogada, corriente extendida gracias al humanismo Italiano. Este fragmento pertenece al momento en el cual Celestina intenta convencer de forma modesta a Melibea para que acepte la petición de Calisto.
En este fragmento se puede apreciar la gran capacidad de habla la cual lleva a cabo celestina para engatusar a Melibea, la cual rechaza incansablemente un mínimo sentimiento de amor o amistad hacia Calisto. En este fragmento se pueden apreciar el amor y deseo que siente Calisto hacia Melibea, la codicia por parte de Celestina la cual quiere conseguir como sea el satisfacer los deseo de su cliente para obtener sus ganancias le cueste lo que le cueste, el tiempo dando razón al tópico del carpe diem y Celestina le habla a Melibea de la fugacidad con la que pasa el tiempo, la juventud, etc. La magia con la invocación de Celestina al diablo. Crítica social, en el egoísmo, es decir, intenta cumplir la petición de Calisto solo para obtener su recompensa.
En este fragmento encontramos dos personajes, Celestina, una vieja avara y astuta, la cual con su gran capacidad de habla sabe engatusar a sus “victimas”, este es un personaje el cual añora su juventud y lo utiliza como arma de engatusamiento. Y el otro personaje, Melibea una joven guapa, la cual es consciente de sus encantos, ella tiene un carácter altivo. Con cierto aire violento, ya que amenaza a Celestina. La cual le intenta convencer de tener un amorío con Calisto pero esta rechaza cualquier relación con ese individuo.
Como ya he mencionado antes, en este fragmento aparece plasmado el amor de Calisto hacia Melibea, la codicia por parte de Celestina para conseguir el dinero que le proporcionará alisto si consigue su petición. Y la fugacidad de la vida, Celestina razona que era joven y guapa y tras pocos años parece una anciana.
En este fragmento se pueden apreciar un diálogo, entre los dos personajes en el cual hay extensas intervenciones por parte de ambos y también apartes por parte de Celestina. Se utiliza un nivel estándar, desarrollado y concreto pero con algunos vulgarismos, presenta un registro formal y correcto al principio el cual posteriormente evoluciona a un registro coloquial.
En cuanto a recursos estilísticos podemos destacar saltos en el tiempo por parte de Celestina desde ese momento hacia su juventud. Se puede observar el sentido existencial, que predomina en toda la obra, un aviso ante las alcahuetas, que son peligrosas. Se puede apreciar el pesimismo, en el cual los personajes no tienen en cuenta al resto. Y crítica social en la cual se pueden observar los diferentes estratos sociales.
Se distinguen preguntas retóricas y exclamaciones, hipérbatos antítesis, metáforas, del amor como una enfermedad, por parte de Melibea a Calisto, adjetivación, positiva cuando Celestina elogia a Melibea y negativa cuando la crítica. Este fragmento posee un estilo sentencioso con introducción de frases que parecen refranes “No es vencido el parece serlo”.